Finanzas personales

Así deberías empezar a Invertir

A menudo nos bombardean con consejos sobre criptomonedas, acciones volátiles y bienes raíces, así que es fácil perderse. Averigua cómo empezar y hacerlo bien.

En el mundo de las finanzas personales, donde a menudo nos bombardean con consejos sobre criptomonedas, acciones volátiles y bienes raíces, es fácil perderse.

En algún momento nos sentamos y pensamos en el “orden correcto” de hacer las cosas. Pagar nuestra tarjeta de crédito antes de invertir en una acción, por ejemplo. Está basado en lo que matemáticamente nos da la mejor chance de llegar a la tranquilidad financiera.

Lo comunicamos por primera vez en el capítulo 70 de Animales Financieros, que puedes ver acá.

Te recomendamos escuchar el capítulo completo, pero si quieres saber de qué se trata, en este artículo resumimos las doce reglas.

La Regla Cero: Págate a ti Primero (Ahorra el 10% de tus ingresos)

Antes de pensar en cualquier inversión sofisticada, establece la base: ahorra el 10% de tus ingresos.

Este concepto, extraído de "El hombre más rico de Babilonia", no se trata de invertir, sino de apartar ese dinero al principio del mes, antes de que lo gastes. No te preocupes por dónde invertirlo inicialmente; incluso puedes dejarlo en tu cuenta corriente.

El propósito es simple: construir un hábito. Ese hábito va a hacer que avances a las siguientes reglas.

Regla Uno: Mi primer millón

Tu primer objetivo es juntar un millón de pesos (1000 USD). Este millón es un colchón que te dará tranquilidad, una especie de "vida extra" en el juego financiero , evitando que recurras a deudas en caso de emergencias inesperadas, como una visita a la clínica o la compra de medicamentos urgentes. Debe ser de fácil acceso y líquido, no en depósitos a plazo a 30 días si lo necesitas mañana.

Junto con tu primer millón, es fundamental adquirir un seguro catastrófico. Aunque esperemos que nunca lo uses, este seguro, que en general es relativamente de bajo costo , te protegerá de enfermedades que podrían significar cientos de millones en gastos, cubriendo todo excepto el deducible, que tu primer millón te ayudaría a pagar. Esta regla es clave para evitar que te "saquen del juego" financiero.

Regla Dos: Plata Gratis

Una vez que estás protegido, busca "dinero gratis". En países como Estados Unidos es más común, pero en Chile también existe: planes donde tu empleador iguala tus aportes para el ahorro a largo plazo. Si pones "X" cantidad, tu empleador pone "X" cantidad, lo que representa un retorno del 100% desde el minuto cero. Revisa las políticas de recursos humanos en tu trabajo; no hay inversión más rentable que esta.

Regla Tres: Mochila Pesada

Después de asegurar el dinero gratis, la siguiente regla es eliminar las deudas con altas tasas de interés. Esto incluye créditos de consumo, cuotas con intereses, tarjetas de crédito si solo pagas el mínimo y, sorprendentemente, muchos créditos automotrices que en Chile pueden superar el 30% de tasa anual.

Estas tasas son extremadamente perjudiciales, y si no las atajas a tiempo, pueden consumir gran parte de tu ingreso disponible, impidiéndote salir del ciclo de la deuda. Salir de estas deudas es una inversión con un retorno muy eficiente, incluso mayor que muchas inversiones de mercado.

Regla Cuatro: Fondo Tranquilidad

Una vez que las deudas caras están bajo control, es momento de armar un fondo de emergencia más robusto. El "número mágico" en el mundo de la asesoría financiera es tener entre tres y seis meses de gastos cubiertos.

Al igual que tu primer millón, este fondo debe ser de fácil acceso, líquido y no estar invertido en activos con riesgo. Sin embargo, en Chile, es importante considerar el seguro de cesantía (AFC), que acumula dinero mientras trabajas y puede servir como parte de tu colchón.

Esto podría reducir la cantidad que necesitas tener en efectivo , acercándote más fácilmente a las siguientes reglas. Aunque el seguro de cesantía se demore un poco en llegar, es un buen complemento a tu fondo principal.

Regla Cinco: Invierte como WB

Ahora sí, es el momento de invertir, y nuevamente, con ayuda. El Ahorro Previsional Voluntario (APV) en Chile ofrece beneficios tributarios. El estado puede regalarte un 15% anual de lo que ahorres (régimen A) si tu sueldo es menor o igual a 5 millones de pesos , o permitirte descontar lo invertido antes de pagar impuestos (régimen B) si ganas más, aprovechando una tasa marginal de impuesto mayor al 15%. El objetivo es invertir hasta el límite de 6 UTM en el régimen A, y 600 UF en el régimen B. Este es otro "retorno asegurado" que hay que aprovechar.

Regla Seis: Claudio Bravo

El eterno capitán. La última línea de defensa es proteger a tu familia, especialmente si tienes dependientes. Un seguro de vida es fundamental para asegurar que, en caso de que dejes de generar ingresos, tu familia cuente con un respaldo económico.

De igual manera, un seguro de invalidez te ayudará si no puedes trabajar. Es importante que estos seguros sean puros, sin ahorro, ya que los seguros con ahorro suelen ser caros e ineficientes. Si tienes un crédito hipotecario, evalúa si su seguro incluido ya cubre este aspecto.

Regla Siete: Viejo Pascuero

Una vez que tu defensa financiera está sólida, puedes empezar a pensar en el "ataque": hacer crecer tu patrimonio con el objetivo de alcanzar la independencia financiera. La regla siete es prepagar compras futuras de corto y mediano plazo en lugar de endeudarte.

Esto incluye, por ejemplo, la compra de un auto. A menos que sea esencial para tu trabajo, lo ideal es pagarlo al contado , dada las altas tasas de interés de los créditos automotrices. El transporte público y otras opciones de movilidad pueden ser más eficientes en Chile.

Otra gran compra a prepagar son las vacaciones. Ahorrar por adelantado para tus viajes, en lugar de endeudarte, te permite disfrutar plenamente sin la preocupación del gasto futuro.

Regla Ocho: Fondo Chao Jefe

Este fondo, también conocido como "F– you Money" , te da la libertad de renunciar a un trabajo que no te gusta sin estar atado al cheque de fin de mes. Es una expansión de tu fondo de emergencia, idealmente cubriendo 12 meses de gastos.

Esta es una meta muy en línea con la realidad de querer tomarse un año sabático o emprender, y con todas las reglas anteriores resueltas, se vuelve mucho más factible.

Regla Nueve: Ponte las Pilas

Para el futuro, es fundamental evaluar cómo vas en tu camino hacia el retiro. Una regla sencilla, popular en Estados Unidos, sugiere que a los 30 años deberías tener ahorrado 1 vez tu sueldo anual neto (activos menos deudas). A los 35, 2 veces; a los 40, 3 veces, y así sucesivamente, hasta los 65 años, cuando deberías tener 10 veces tu sueldo anual ahorrado.

Este cálculo es adicional a lo que tengas en tu AFP, que es tu base, al igual que el Social Security para los estadounidenses. Si te das cuenta de que vas atrasado, es momento de entrar en una fase de "hiper acumulación", donde buscas ahorrar el 25% o 30% de tus ingresos , además de enfocarte en aumentar tus ingresos haciéndote más valioso.

Regla Diez: Asset Allocation

Solo cuando ya tienes un patrimonio considerable, es momento de optimizar tus inversiones como un profesional. Esto implica armar un "asset allocation", decidiendo qué porcentaje de tu dinero asignar a diferentes clases de activos como renta fija, renta variable, activos alternativos, bienes raíces y efectivo.

Cada clase tiene una expectativa de retorno y volatilidad. La elección dependerá de tu horizonte de inversión, tu perfil de riesgo y tus objetivos financieros.

Regla Once: La Casa Propia

La casa propia, un objetivo para muchos, llega recién en la regla once. Aunque pueda parecer contraintuitivo, comprar una casa al principio, sin una base financiera sólida, puede exponerte a grandes riesgos.

Una casa representa una gran concentración de tu patrimonio en un solo activo y conlleva costos de mantención y tiempo. Es un lujo que, si bien puede generar recuerdos y estabilidad, es mejor adquirir cuando los demás "checks" financieros están resueltos.

Regla Doce: Máscara de Oxígeno

Finalmente, la última regla, para unos pocos privilegiados que han resuelto su vida financiera, es pensar en gastos futuros que no son para uno mismo, como pagar la universidad de los hijos o dejar herencia, o incluso lujos como una casa en la playa.

Como dicen en los aviones, primero ponte la máscara de oxígeno tú, antes de ayudar a otros. No queremos que tus hijos tengan que hacerse cargo de ti.

Esperamos que el orden y estructura que dan las reglas te ayuden a quitar incertidumbre al próximo paso que vayas a dar. El camino financiero es una suma de hitos, y manejar esta parte es esencial para vivir bien y sin culpas.

Si quieres indagar más en profundidad, en Animales Financieros también hicimos un curso con este mismo tema, con todo lo necesario para ponerlas en práctica (planillas, guiones, documentos y más).

Te deseamos lo mejor en este camino, y no te salgas de la cancha.