Deudas e inversiones: ¿me conviene invertir si tengo deudas?
Estoy endeudado. ¿Debería invertir o primero saldar mis deudas? Spoiler: depende de si tu deuda es buena o mala. Aquí te lo contamos.

Orden correcto
Cuando se trata de mejorar nuestras finanzas personales, una de las decisiones más importantes es definir en qué orden debemos pagar deudas e iniciar inversiones. Muchos se preguntan si deberían enfocarse primero en liberarse de sus obligaciones financieras o si es más prudente comenzar a construir un portafolio de inversiones desde temprano. La respuesta, aunque depende de cada situación personal, sigue una lógica general que puede ayudarnos a tomar mejores decisiones.
El primer paso es entender el costo real de las deudas. No todas las deudas son iguales: aquellas con intereses altos, como las de tarjetas de crédito o préstamos personales, consumen recursos rápidamente debido a la acumulación de intereses. Por esta razón, la prioridad debería ser eliminar primero este tipo de deudas. No tiene sentido invertir en un instrumento financiero que rinda un 8% anual cuando al mismo tiempo se están pagando intereses del 30% en una tarjeta de crédito. Financiera y matemáticamente, salir de deudas caras siempre es la mejor inversión inicial.
Una vez que las deudas más costosas están bajo control o completamente saldadas, es el momento de construir un fondo de emergencia. Este fondo no es una inversión como tal, sino un colchón de seguridad que permite enfrentar imprevistos sin necesidad de endeudarse nuevamente. Normalmente, se recomienda ahorrar de tres a seis meses de gastos esenciales, depositados en una cuenta de fácil acceso pero que al menos ofrezca cierta rentabilidad básica.
Una vez estable
Con las finanzas personales más estabilizadas, ya se puede mirar hacia el mundo de las inversiones. Aquí, el tiempo juega un papel clave. Cuanto antes se comience a invertir, mayor será el efecto del interés compuesto, es decir, los intereses que generan intereses a lo largo del tiempo. Invertir de forma regular, incluso si son pequeñas cantidades, es mucho más poderoso que esperar años para tener un capital más grande para empezar.
Ahora bien, si una persona tiene deudas con tasas bajas, como una hipoteca o un préstamo estudiantil con intereses reducidos, puede evaluar la posibilidad de invertir y pagar estas deudas de manera simultánea. En estos casos, siempre es importante considerar la tasa de interés de la deuda versus la rentabilidad esperada de la inversión. Si el retorno de la inversión supera claramente el costo de la deuda, puede ser razonable destinar parte del dinero a invertir en lugar de apresurarse en saldar completamente esos préstamos.
La clave está en ser estratégico. No se trata solo de pagar deudas por costumbre ni de invertir por moda. Se trata de calcular, planificar y actuar de acuerdo a la realidad financiera personal y los objetivos a mediano y largo plazo. La paciencia, la disciplina y el conocimiento son los mejores aliados en este camino.
Conclusión
En conclusión, el orden correcto generalmente es: pagar deudas de alto interés, construir un fondo de emergencia y luego comenzar a invertir de manera progresiva. Mantener este enfoque permite que las finanzas personales se fortalezcan y que, con el tiempo, no solo se viva sin deudas, sino también con activos que trabajen a nuestro favor.